Infierno Musical

Saturday, March 20, 2010

Diás de algodón, azucar y cartón




El mArtadero se vistió de algodón de azucar y retumbó como factoría de ficciones, versos y publicaciones de cinco nuevos escritores, que se expanden como la Yerba Mala que nunca muere. No fue un acto de terrorismo poético, ni una presentación acartonada, sin patrocinios ni ceremoniales, con mas color que protocolo, la "presentación colectiva" siguió su curso.

Preview


El algodón de azucar es una materia difícil de manejar, si permanece mucho tiempo en tus manos se diluye, ese efecto efimero, similar al de la palabra que muere en los labios cuando no es debidamente pronunciada, fue un incentivo para seguir, adelante,sin mirar atrás, subirse al auto rojo de la Claudia y caminar por la ciudad cargando 50 algodones de azucar que salían por la ventana, colgados en un palo grande, envueltos con plástico, listos para usar, entre la propaganda electoral y la ciudad que destilaba un sábado adormecido por un maldito sol. Llegamos al destino, el taller-casa-horno de sueños en papel-magda's place, el encuentro con el equipo Yerba Mala Cartonera La Paz, los afanes y las horas que avanzaban...


Backstage




Dos horas antes de la presentación, en un salón completamente negro y con muchas ideas, hilo de pescar, libros por doquier y la ansiedad del "y ahora que hacemos" entre querer realizar un preste con cuetillos y serpentinas o fletarnos unas morenadas para acompañar la entrada triunfal de los jóvenes valores literarios, volvimos fielmente a nuestra primera idea, el algodón de azucar, simulamos que los libros podían encontrarse-perderse entre nubes de algodón, entre la agridulce búsqueda del banner y el último llamado a los músicos, las horas pasaban y la política del equipo era: ya pues avanzaremos!


En vivo

Sin teloneros, con cinco escritores jóvenes que comentaban mutuamente sus publicaciones: Jaula Elmental de Yamil Escaffi, Preview de Milenka Torrico, Bolivian Kitsch de Gabriel llanos, Perejiles y para Giles de Luis Sanabria y Aire Quemado de Gladys Gonzales, entre versos que desnudaban palabras y cuentos que sonrojaron a algunas personas del público, con los tambores experimentales de "Mitosis


Un lleno total, Invisible Natural contando la ganancia, fue una noche donde se unían años de de quemarse los dias escribiendo poemas y cuentos, meses de pintar cartones disfrazarlos con telas, hacer de la basura un arte, días de palabras y reproducir libros.. si, si,si... 10-20-100 hasta donde el papel nos alcance.

Epilogo



Mientras la puerta de la Sala Gore tardaba en cerrarse, por la sesion de fotos, abrazos por doquier y una especie de comunidad que giraba en torno a los escritores jóvenes y el afán de ordenar una sala que volvía a decorarse con la pureza del color negro, me costó mucho dejar este espacio, portando un celular que parece haber heredado los problemas de comunicación de su dueña, nos dispersamos con la seguridad que pronto toda esa gente que dio vida a este escenario volveria a encontrarse. Tal vez una forma de reinventarnos es abrir un libro de cartón, acariciar sus páginas, leernos, tomarnos el pulso en cada palabra. No, no se si se pueda vivir de la literatura, pero por un momento alcanzamos esa nube, que como algodón de azucar se derrite cada vez que una palabra es tocada por nuestros labios. Por eso no mas vale la pena ser reincidente.



Pd: Gracias Beto por la inspiración,poner imagenes y color a este blog