Infierno Musical

Tuesday, August 08, 2017

AXIS MUNDI: RETROSPECTIVA PICTÓRICA DE OSVALDO FIUEROA (1990-2017)




La retrospectiva de la obra de Osvaldo Figueroa (1990-2017) recrea un axis mundi. Un eje del mundo entendido como un punto de conexión entre el cielo y la tierra en el que convergen todos los rumbos de una brújula, donde las arquitexturas urbanas habitadas por personajes ilustres configuran un sentido vibrante de la vida, la sencillez de lo cotidiano y la persistencia de lo popular.


Las territorialidades que hospedan el uso del color y lo figurativo, son el recurso para indagar la madurez y maestría de Figueroa, que puede convertir una gran carpa de circo o una fábrica en testimonios del deambular por las luces y sombras de las ciudades que con el rugir de la noche encandilan conventillos , casonas y barriadas en manos de un artista plástico que nos transporta por cartografías y latitudes que se fusionan en composiciones que tienen el poder de sintetizar su mundo abigarrado y concedernos un pase libre a su intimidad, donde lo abstracto se encarna en las vías públicas que descubren una ciudad paradójica que palpita entre casas, árboles y montañas de esta primera parte de la retrospectiva de su obra.


Las arquitexturas son espacios que generan un microcosmos, donde residen sus personajes ilustres de la segunda serie, la cual revela una riqueza en cuanto a la complejidad del ser humano, como fidedigno resultado de años de experiencia en el delicado arte de retratar la ciudad, sus habitantes y las geografías solemnes de los límites humanos, desde la ternura de la infancia, el erotismo de lo femenino, los himnos urbanos protagonizados por músicos, la violencia cotidiana, las sonoridades populares de las danzas folklóricas, el mundo lúdico de los payasos, los heladeros en el epilogo del domingo y trompos que rinden su última batalla, todos estos temas y sus variaciones constituyen un valioso aporte a las artes plásticas bolivianas  de Osvaldo Figueroa siendo un representante de elevado nivel a la hora de  trazar las coordenadas de los imaginarios urbanos que concuerdan con el ajayu de la llajta convocando una polifonía de historias hechas pintura y que hoy podemos reconocer al deambular por su consolidada trayectoria.

CONSTELACIONES INFANTILES



El viento llena su red
con pájaros
y la noche el viento la llena
con astros
(Edmundo Camargo)



Las constelaciones que Jenny Camargo nos ofrece en la exposición colectiva inaugurada en el Salon Gíldaro Antezana ayer 7 de agosto y que se exhibirá hasta el 20 de este mes nos invitan a tener una experiencia habitada por la ternura infantil, las luces y sombras del anhelo de libertad, la complicidad y el vínculo del legado femenino. Son doce las obras convocadas a sondear este universo sideral que demuestran la madurez técnica y compositiva de esta destacada artista plástica. 

Presenciar cuadros como “Enclaustrados III” donde una niña carga un bebe como producto nefasto de la muerte, mientras el mundo baila sus dualismos siniestros podemos contemplar estos  ángeles envueltos en papel periódico que  se desvanecen entre la tinta y la sangre. El polvo de estrellas se convierte en cenizas de la humanidad retratada en una niña no posee el acostumbrado hilo rojo que Camargo otorga a sus pequeñas musas en otros cuadros, pero aun así arrulla a un bebe sin vida,  sin la posibilidad de la melancolía, porque la muerte y la guerra  han quebrado la esperanza.

A la vez, la cercanía de la artista con el universo infantil también retrata atmósferas donde la ternura se transfigura en abrazos fraternos, que descubren la fuerza del legado y la complicidad femenina, con el uso de transparencias, tules, bordados, estampados florales que generan una búsqueda interna del vínculo expresado por el gesto del cariño. La profundidad y la fuerza en que se encarnan estas pequeñas constelaciones nos revelan que cada uno de sus personajes pictóricos son parte de un cosmos encantado donde las estrellas, manzanas y colibríes conforman siluetas celestiales que se enfrentan a la vida no por el sentido decorativo, porque Camargo logra generar una colección que sobrepasa esa finalidad, ya que su búsqueda estética demuestra disciplina y perseverancia por traslucir miradas enigmáticas y la consonancia del alfabeto de las caricias condensadas en la delicadeza del gesto de tocar el rostro de una niña en “el legado”, o amortiguar el fugaz y dorado polvo de las estrellas atrapadas en la cárcel mágica de los dedos infantiles de una novia transfigurada por un tul. La fuerza aguda de la vida como un lenguaje pictórico, apropiándose del lienzo en base al amor y la luz esa es la opción que ha decidido tomar el  curso de la trayectoria de esta artista.


Una imagen que está presente en varias obras de Camargo son jaulas abandonadas y colibríes que sobrevuelan y acompañan a las protagonistas de las constelaciones, con el fulgor de la única ave cuya rapidez de su aleteo forma el símbolo del infinito y junto con el movimiento de los peces forman una ronda con el viento y nos transportan al ritmo oceánico del tiempo…un tiempo de musas encantadas en la profundidad del espacio celestial que son una provocación para visitar las constelaciones que viven en los engranajes de las estrellas que se resisten a ser fugaces.