DIARIO DE GUERRA
"Hoy es un buen día para morir" exclamaba Chelo Navia en el Teatro al Aire Libre del Centro Simón I Patiño, un día de marzo del 2008, desde las butacas, el césped y algún lugar de la noche la multitud movía sus melenas gritando ¡m-a-s!
30 de julio del 2010, el retorno esperado de los dueños del palacio no se deja esperar, OIL llega con artilleria nueva... luces, cadencias y un sonido depurado exhibiendo sus nuevas armas. Hoy es el día. El segundo álbum, después de seis años de trayectoria.La pregunta está en el aire: podrán ¿superarse a ellos mismos?
Son las 18:45, formo una fila corta, algunos quinceañeros llegan con sus padres y poleras de OIL, sin la mística del catalogo de las mentiras piadosas que inventábamos para ir a conciertos de rock, pienso que como dice Bob Dylan The times they are a changin, se siente el olor a espíritu joven. Después de veinte minutos la fila empieza a crecer y la población es más diversa. Recuerdo mentalmente los vídeos promocionales,el estilo película clase b de whitch hunt dirigido por Roberto Guilhon, el bosque de Corani donde se filmó Godless de Martin Boulocq, con ojos de youtube, espero...just wait.
Al promediar las 20:15 ingresamos a buscar el mejor lugar, no hay muchas sillas, luces tecnicolor que reproducen llamaradas de fuego y una pantalla gigante como un ojo cíclope en la cúspide del escenario, esta noche promete hacer llorar las piedras de este maldito invierno.
Cerca de la tarima, se escucha el sonido impecable de Eduardo Lewkowicz que está ajustando su tecnologia, Mario A. Lopez manager del grupo pide enfaticamente que despejen el área cercana a la grúa, que como tarántula mecánica debe captar cada movimiento. Lleno casi total. Todos queremos estar en primera fila, la masa parece anónima y continua llegando hasta llenar el Teatro al Aire Libre, se escucha el rumor que nos filmaran para un dvd. Se escucha a Dolores O'riordan, Tom Yorke y Pink Floyd "Confortable numb" de fondo...la guerra y la alienación tienen extrañas maneras de manifestarse. Cierro mis ojos abro mis oídos.
GUNS: PRIMERA BATALLA
OIL se apodera del escenario, Godlees es el primer misil acústico, ingresan con pantalones estilo militar similares a los usados en el video de Martin Boulocq, vemos que este espectáculo promete.
El Patiño se convierte en un espacio minado, entre gritos y un ojo pantalla que intercala imágenes de guerra, animación y hombres quemandosé en llamas, estamos seguros que el retorno de OIL es insuperable. Tres años merecidos de espera, cuando Goodless se desangra entre las guitarras de Chelo Navia, Pichon Aguilar, Oli Devaux y la precisión de las percusiones de Pipo Lara y Hugo Borda dando un certero golpe inicial. Veo a Amado Espinoza que desaparece mágicamente. Sí, creo que hoy es un buen día para vivir.
Witch Hunt no se deja esperar, y es candidata a ser una mis preferidas, vuelvo a recalcar, las guitarras suenan mejor que nunca, con un aire country, punteo contrapunteo,acordes aletargados "I'm going down".La presentación del grupo avanza, con un saludo breve sin discursos demagógicos, ni catarsis fingidas. La multitud entra en llamas.
El momento de quiebre entre la certeza del retorno y la contención es cuando se escuchan "War" las cadencias marcadas al son de una marcha militar que se fusiona con hongos nucleares de la pantalla, Irak, la Segunda Guerra mundial, Medio Oriente cuando escucho fake siento una ligera energía metalera con toques de trash.
De esa manera, se escribia el diario de guerra de estos músicos que tocaban en La "Muela del Diablo" como jardín trasero, también recordé la sesión Marroplánica de "Na Cunna" extrañe a mis cuates, que me acompañaban a conciertos y movian sus melenas sin excusas, ni horarios de trabajo. Esta música es for export, la calidad de las imágenes,la producción y la propuesta conceptual son una apuesta de largo aliento.
Las tres últimas canciones de la primera parte Fake, Machine Gun y por supuesto Guns que se intercalan con el solo de guitarra de Chelo Navia y el fervor adolescente, ya la multitud reacciona orgánicamente, mosh, son-ido, y mucha energia como respuesta energeticamente violenta. Se tatua la noche en cada movimiento que espero se pueda volver a ver en su verdadera dimensión en el dvd. Me empujan, respondo, me alejo, piensoThe times they are a changin, pero eso no me impide moshear acompañada de mis ojos que lamen las imágenes como scanners. Termina la primera parte. Diez canciones atacan a quemarropa y nos dejan fulminados. Exigimos y necesitamos m-a-s
SEGUNDA BATALLA
Un breve descanso precedió a la segunda parte. La entrada de la banda esta vez sin su uniforme de guerra, es acompañada con gritos, aplausos y centenares de cámaras que registran cada movimiento para el universo facebook. The room con imágenes de Lorene Congrains como un sueño líquido, varios de los presentes cantan las canciones, luego viene Nothing despertando nostalgias del 2006, la grua mecánica no para de filmar, mientras empieza el mosh, la horda urbana nuevamente a despertado
Break confirma ser una canción dedicada al desacato de la autoridad,entonado con la debida fuerza.Algo que llama la atención es economía verbal de la banda en esta presentación, no hay anécdotas, ni palabras edulcuradas con la audiencia, entonces mentalmente escucho a Eddie Vedder diciendo no hablemos de músicos, hablemos de música. Hablemos de grunge,entonces, hablemos de este nuevo ciclo de OIL, que mantiene sus antiguas raices, su política de "no hacer covers" y su nueva exploración musical, el redoble de las percusiones, los bongoes, cuerdas, bronces y efectos sonoros que envuelven un tono conceptual, oscuramente lírico y musicalmente agresivo.
"Felo de Se" anunciaba que el concierto se acababa, por suerte no se olvidaron el megáfono cuando repiten esa frase de Nietzsche "in the midle of life, I am so surrouned by death, that it may take me at any hour, a good drop of oil has been paured out trough me, I know...". La invitación para comprar el nuevo album en el kiosco, los aplausos, gritos y Chelo Navia que baila como un cherokee, se diluye en cerrado y sentido gracias de la banda.
La masa anónima se vuelve a disolver.Veo el escenario semi vacío y aun escucho la música, hubiera querido quedarme allí como una persona que contempla su ciudad mental despues de un terremoto. Nunca fui muy buena para pedir autógrafos, me siento como Cirano de Bergerac que contempla todo desde la oscuridad del jardin, que sopla frases en los oídos de otros. Tengo en mis manos el disco que tanto espere, despues siento que alguien estira mi bolso, empiezo buscar mis stickers y mi disco con la desesperación de una niña de kinder. Necesito volver a escuchar "GUNS"
EPILOGO
No se que nuevas memorias, se escriban en el diario de guerra de OIL. Lo único que puedo afirmar es que el nuevo ciclo de esta banda es increible, con un propuesta madura, de gran calidad y crecimiento en su continuidad musical.
Estoy camino a casa, dejo atrás los jardines del Patiño, me siento pretenciosa al querer responder la pregunta si este disco supero al anterior; creo que no se pueden comparar dos propuestas, estados de ánimo y místicas diferentes. Lo que no quisiera que cambie nunca es la factoria musical que OIL despliega en el escenario.Abro mis brazos perdiendomé en la multitud...esperando ser alcanzada por las balas de GUNS. La batalla musical del segundo disco de OIL aun comienza.