Hoy hice el ejercicio mental de subir una montaña. Ver todo desde lejos. No se si lo logré. También volví a ver el único caleidoscopio que me regalaron en mi vida, es lindo ver la realidad multiforme, deforme, sin informes.
Mi abuelo siempre usaba las tabas para que le ayuden a decidir cosas, era un código binario, muy mágico. También me puse a pensar que perdemos tanto tiempo concentrándonos en lo que no podemos hacer, en la imposibilidad y olvidamos cosas tan simples como jugar a hacer un dibujo con la punta de tu zapato en una calle llena de tierra, o acariciar un peluche a ocultas de sus dueños mientras el muy delator te dice I love you.
Una amiga dijo que la fotografía es un talismán. Hoy revise muchas fotos de la Nikon de mi padre, el siempre tuvo talento. hoy encontré unas fotos antiguas dispersas en los cajones de mi tía. Barthes siempre tuvo la razón, fotografiar es como disparar y cazar lo-que-ha-sido, la muerte instantánea. Me haré acreedora de las fotos de mi familia...son mis talismanes. Hoy no me quejaré de nada. Basta de vivir viendo desde las sombras, la profundidad de retratar los rayos X de la vida, vivir en escala de grises cansa. Prefiero ser adicta a la pirotecnia.
Creo que mejor hay que vivir la celebración del levantarse, saltar y continuar.
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