Beatriz Preciado nació en 1970, es discipula de Derrida, en su libro "Testo yonki" que es comentado en http://www.nodo50.org/tortuga nos dice que “vivimos en la hipermodernidad punk: ya no se trata de revelar la verdad oculta de la naturaleza, sino que es necesario explicitar los procesos culturales, políticos, técnicos a través de los cuales el cuerpo como artefacto adquiere estatuto natural. El ratón de laboratorio diseñado biotecnológicamente se come a Heiddegger. Buffy, la televisual vampira mutante, se come a Simone de Beauvoir.
El dildo, paradigma de toda prótesis de teleproducción de placer, se come la virilidad de Brad Pitt. No hay nada que desvelar en el sexo ni en la identidad sexual, no hay ningún secreto escondido. La verdad del sexo no es desvelamiento, es sex design”. Así se las gasta Beatriz Preciado en “Testo yonqui”, un recorrido por lo que denomina “régimen farmacopornográfico”, una forma de capitalismo caliente, psicotrópico y punk.
Pienso que ya no tenemos nada que ocultar porque nuestros miedos se convirtieron en un espectáculo, nuestras alegrias se dejan para el fin de semana y nuestro corazón se vuelve en un anticucho (atravezado y ofertado a un precio accesible al mercado). Moriremos como Narciso ahogados en nuestra imagen, somos mujeres modernas, seguras, post pildora, post sida, post post, queremos dominar el mundo y no sabemos que hacer con nuestro Sindrome Premenstrual. No quiero ser igual a nadie, ni quiero ser yo misma.
¿Donde se fueron todas las perdices? ¿El coyote se comerá al correcaminos? ¿La bella durmiente alguna vez tuvo insomnio? ¿Algún día terminaré de escribir el libro de los casi?
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